21 de noviembre de 2015

EL CIRCO: Y ahora, más difícil todavía...


Ahí está. Plantada en el solar se levanta orgullosamente. La tradicional carpa donde se conservan la magia y los secretos del Circo. Secretos arcanos de disciplinas transmitidas de padres a hijos, de generación en generación. Ellos no son personas normales que trabajan en algo que pueda gustarles más o menos, que realicen sus tareas con mayor o menor pericia, no, ellos son artistas de circo, cirqueros. Y ahí están, plantándole cara a los distraídos transeúntes de una ciudad como Madrid, ocupados en mil y una cuestiones, que pasan al lado de esa efímera pero majestuosa catedral de lona donde aún resisten el asombro y la ilusión. El Gran Circo Mundial está aquí.

Sabemos que la Edad Dorada del Circo quedó atrás hace mucho tiempo y que el entretenimiento en el siglo XXI pasa por otro lugar. Sin embargo, afortunadamente, aún queda gente, poca y cada vez menos, que demuestra interés por un hecho cultural como el circense. Inmediatamente cuando se habla del Circo se lo relaciona con los niños y la alegría: payasos, trapecistas, magos, malabaristas y animales salvajes componen su ideario. La música, las luces y los coloridos vestidos y maquillajes completan esa fórmula que durante siglos ha funcionado en su cometido de diversión y entretenimiento popular. La clásica pista, las tramoyas y ese ejercito de hombres y mujeres con sus vistosas chaquetas estilo cosaco del XIX que reciben al público con una sonrisa en sus labios hacen que los espectadores entren en un mundo irreal, mágico y alucinante donde el mundo real, con su cruel soledad de multitudes, queda relegado y contenido en el exterior de la gran carpa.


Se apagan las luces, se encienden los reflectores que apuntan hacia el Jefe de Pista que entre redobles de tambor anuncia que comienza la función. Más de dos horas de un espectáculo preciso, cronometrado y ajustado a la perfección donde los diferentes artistas hacen sus números, unos detrás de otros, sustraen al público sentado en las butacas hacia una dimensión asombrosa e irreal. Ante una función de circo surge una inevitable pregunta: ¿Qué lleva a alguien a jugarse la vida poniendo el cuerpo una y otra vez en auténtico riesgo lanzándose desde la altura del trapecio en un cuádruple salo mortal, o subiendo a una inmensa rueda giratoria venciendo a la inercia, la altura y la velocidad con sus ojos vendados? ¿Por qué la bella domadora se enfrenta a la bestia cada noche como si de una tierna mascota se tratase? ¿Y qué mueve al payaso que con su inquietante maquillaje recibe el bofetón y cae al suelo estrepitosamente una y otra vez? Sin duda no es por el dinero ya que la vida de estos artistas ambulantes suele ser muy dura y muchas veces acaban en la más pasmosa de las miserias. Ahí está su arte, su pasión incombustible por la que viven al día,  una herencia transmitida de una disciplina casi imposible que desafía los cánones del espectáculo seguro, una especie de virus que corre por sus venas del cual no existe cura conocida, la vida del artista nómada que tiene su mayor recompensa en el aplauso desinteresado.


En el mundo actual, donde vales lo que tienes o lo que ganas, donde el éxito personal y el reconocimiento social pasa por la cantidad de dinero que ingresas a la cuenta bancaria, esta gente definitivamente no cumple con estas reglas, no pertenecen a ese mundo.  Antes en carromatos de madera, hoy en trailers y caravanas que rodean la carpa como protegiéndola, viven de ciudad en ciudad como una auténtica  comunidad de freaks, de fenómenos casi al borde de la sociedad. Son gente incansable, fuerte y aguerrida que monta y desmonta el espectáculo en yermos solares, acarrea pesados baúles, tiende y destiende redes en el momento preciso, alimenta, cuida y limpia las fieras, emplaza complejos artilugios donde sus compañeros se juegan la vida, encienden las luces, barren y recogen, atienden el kiosco de dulces, reciben y acomodan al público en su sitio amablemente, son parte de una auténtica dinastía en extinción que hacen que aún hoy nuestros niños tengan la posibilidad de descubrir un arte con mayúsculas hoy despreciado.


¿Alguien imagina el esfuerzo necesario para mantener un espectáculo bellísimamente efímero como el Circo? Sus hacedores viven de ello, alimentan a sus peculiares familias, en caso de tenerlas, necesitan de ese dinero para vivir en el mundo real igual que nosotros. ¿Merece la pena? Sin embargo ahí están actuando y trabajando del mismo modo para un aforo completo como para veinte personas que se atreven a ir y a pagar la entrada. Si, veinte, treinta, cincuenta personas por función en un Madrid viernes noche abarrotado de viandantes. Una pena. En este caso ha sido el Circo Mundial, un circo podríamos decir de estilo clásico y reconocido, de espíritu tradicional en su forma y que recoge lo mejor de su Historia. Auténticos profesionales. ¿Cómo hacen estos magníficos artistas para sobrevivir y no desanimarse cuando desde lo alto del trapecio ven un patio de butacas casi vacío? Es una pregunta que solo ellos pueden responder frente al espejo y desde la soledad del camerino de cuatro ruedas detrás de la pista.


Algunos circos, conscientes de su inexorable decadencia recurrieron a intentar recuperar la atención de los niños -al final los motores del negocio- con recursos publicitarios y adaptando el show incorporando personajes de la cultura popular  y la televisión de moda. Ahí vimos entonces al “increíble Spider-Man”, “las Monster High en vivo” o a “Dora la exploradora” en la pista…  U otras formulas más “artísticas” y teatrales incorporando tecnología y luminotecnia hi-tec con staff permanente en los casinos de Las Vegas como el Cirque du Soleil. Pero eso no es Circo, eso es otra cosa.

Unos pocos padres nostálgicos llevando a sus niños pequeños, por lo general muy pequeños, y gente sola muy mayor a la que las luces y la música retrotraen a su lejana infancia y juventud es el perfil de los asistentes. El público histórico del Circo se ha perdido. Hoy están sumergidos en mundos de 4G y tiranizados por las redes sociales que actúan a tiempo completo mientras un día en familia se convierte en una autista salida individual colectivizada. Triste realidad en tiempos donde el asombro, la emoción, la belleza y la sorpresa del ameno y colorido mundo del Circo ya casi no tienen lugar.


Hoy vemos tanto dinero público usado para amiguetes del mundo de la “cultura” políticamente correcta, tanta subvención millonaria repartida entre Almodovares, Truebas y Coixetes dilapidada en miserables pasquines audiovisuales subvencionados con el dinero de todos.  ¿Acaso el Circo no sería digno de ser apoyado, auspiciado y fomentado incluso económicamente por los poderes públicos? No, porque su recorrido e influencia en los factibles votantes progresistas es nulo. Incluso el mundo del Circo ha sufrido y sufre el acoso y derribo de animalistas y demás sectas afines. Solo les queda el sacrificio y el aplauso merecido junto al valor de la entrada de un público cada vez más mermado pero fiel.



Esa niña y ese niño que aplauden ruidosamente con los ojos y la boca abierta de par en par ante el desafío logrado del “Y ahora, más difícil todavía” del acróbata, esa vital carcajada luego del bofetón y caída del payaso en zapatones son las únicas recetas que aún funcionan para preservar el arte milenario del Circo. Ojalá algún día esos mismos niños de hoy puedan llevar a sus hijos y seguir disfrutando del entretenimiento desconectado y sin red del Gran Circo de siempre. Ojalá no tengan que oír la pregunta “Papá: ¿qué es un circo?”.



14 de noviembre de 2015

¿Papá, dónde y qué estabas haciendo ese día?


Tendría que haber estado viendo el concierto de THE DICTATORS en Burgos. El destino en forma de salud me lo impidió. Pues estaba en casa, viendo la tele con mi niña después de cenar. Recibo un WhatsApp a las 22:33 hs:

-¿Qué fuerte lo de Paris… lo has oído? Un tío con un kalashnicov en un restaurante  del centro de París… madre mía…

-¿¿¿Qué me dices??? Respondo.

-Pues sí. 18 muertos y también explosión en Estadio de Francia…

Escalofrío. Presentía una tragedia aún mayor. Lástima que no me equivoqué. Me disculpo con la peque y le dejo que siga viendo su programa favorito. Voy a otro aparato directo a los canales de noticias. El horror, el espanto, la tragedia. Todos los canales internacionales en directo desde la capital de Francia. El corazón de Europa estaba siendo atacado por diferentes flancos. Caos, confusión, frentes abiertos. Obama en rueda de prensa en la Casa Blanca. Hollande desde los Elíseos. Al menos un par de terroristas suicidas en el Estadio Sant Denis de Paris durante el partido que se estaba disputando se inmolan volando por los aires. Mientras tanto, tres ataques simultáneos contra tres restaurantes perpetrados por terroristas con Kalashnicov al grito de “Alá es grande” masacran a decenas de parisinos sentados en sus terrazas de una hermosa noche de viernes. También entran abruptamente varios terroristas disparando a mansalva en la sala Bataclan con mil personas dentro donde esa noche tocaban la banda de rock americana EAGLES OF THE DEATH METAL.

Primero 20, luego 35, más tarde 60 los muertos… al momento de escribir esto a primeras horas del 14 N van 126 muertos en siete atentados. Recordaba un poco al fatídico 11 S. Una avioneta se estrella contra una de las torres gemelas. ¡No, un avión, ahora otro contra el pentágono y otro avión contra la segunda torre! Se derrumban por completo! Es increíble... Es la guerra…

Aquí también es la guerra. Y lamentablemente los malos de verdad llevan la delantera y desde hace tiempo. Recuerdo gente que mientras veía caer las torres gemelas en medio del fuego, humo y toneladas de escombros por televisión, en un bar con una jarra de cerveza en la mano decían: “Que se jodan los yanquis. Por fin les dieron a ellos dentro. Que se jodan”. Sé también que no pocos desde ese mismo confort occidental y europeo piensen algo parecido. No tienen ni idea de que va la cosa y esos son “los nuestros”.

Hoy la tibieza, la corrección política, la comodidad y la hipocresía que nos domina en forma de tiranía progre y buenista nos ha cegado, atado de pies y manos y nos convierte en presa del yijadista enmascarado con el cuchillo en la mano. Ellos si lo tienen claro, no dudan, se forman, estudian, entrenan sin descanso y vienen a por nosotros. Nosotros no. Cualquiera de nosotros podía estar sentado en una terraza con una cerveza en la mano mientras mandamos bonitos emoticonos con nuestros bonitos móviles. Cualquiera de nosotros podía haber estado con la cara pintada con los colores nacionales viendo un partido de fútbol. Cualquiera de nosotros podría estar flipado en un concierto de rock con nuestros amigos. Cualquiera de nosotros, nuestros amigos, nuestras novias, nuestras mujeres, nuestros hijos pueden ser objetivos de estas bestias asesinas que solo quieren matarnos por no tener ni su ley ni su dios.

Mientras aquí en Europa dejamos la vida por los derechos de pollos, toros, perros y demás bestias divinas, mientras estamos preocupados por la contaminación, los sexos más estrambóticos, lo cancerígeno del chuletón, los derechos más estrafalariamente inhumanos y distópicos e independencias de naciones con historias inventadas por ladrones, ellos, nuestros auténticos enemigos, ya avanzan por las calles de nuestras capitales. 

Es tarde, difícilmente pueda remontarse una situación como esta pero es nuestra culpa. Hoy lo que queda de Europa y Occidente no mueve un dedo para cambiar la situación. Ninguno de nosotros dejaría el confortable sofá del salón para plantarles cara donde sea. Todos somos progres y nadie aceptaría un muerto en una guerra. Nos conformamos y lavamos nuestras conciencias con carteles de Welcome Refugees en la fachada de nuestros ayuntamientos, donando 10 euros a ACNUR cuando nos lo piden suplicando por la televisión a la hora de comer o siendo tolerantes con los intolerantes por twitter. Cobarde hipocresía. Ellos nos declararon hace tiempo la guerra y no queremos aceptarlo. Así, estamos condenados.

El Imperio del Sol Naciente inmolaba a sus mejores hijos contra los buques enemigos en el Pacífico. Tenían claro su objetivo. Solo los detuvieron 3 bombas nucleares. 3. Hoy esta guerra es totalmente diferente y la van ganando ellos, lamentablemente. Toda una nueva y joven civilización se enfrenta a otra vieja y acomplejada. Su campo de batalla son nuestras ciudades y no toman prisioneros. No temen morir, nosotros sí. No es terrorismo, es una nueva forma de lucha que cobardemente no aceptamos. Hubo un Ministro de Defensa que hace no mucho tiempo atrás dijo ”prefiero morir a matar”. En esas estamos...

Si, sé que soy terriblemente incorrecto con mi pensamiento pero por eso está aquí en AUDERE que en latín significa ATREVERSE, OSAR y desde este humilde puesto osaremos mantener el AMOR SIN LIMITE POR LA CIVILIZACION Y LA CULTURA.

Pues esa fatídica noche del 13 de noviembre recordaré por siempre que estaba en casa viendo la televisión con mi hijita. “¿Papá y tu donde y qué estabas haciendo ese día?”. Ojalá nunca tenga que escuchar esa pregunta como reproche de sus labios porque no me atrevería a darle la respuesta.



19 de mayo de 2015

RESCATANDO AL DOCTOR G. Y SU MAQUINA DE BIKINIS


Imaginaros estar a mediados de los 60 en Hollywood. Ahora nos disponemos a realizar un film y contamos con una productora en alza, un más que prolífico y talentoso director oscarizado, la deslumbrante ciudad de San Francisco como plató, un par de experimentados guionistas a cargo, un casting con reconocidos actores del cine y la televisión, una estrella juvenil del momento, hermosas actrices dispuestas a mostrarse sin tapujos ante la cámara, banda sonora dirigida por un músico de primer nivel con un tema principal interpretado por un exitosísimo grupo vocal y con el protagónico de una auténtica estrella como Vincent Price. Bueno, con todos estos elementos a disposición casi imposibles de reunir conseguiríamos un exitazo sin ningún tipo de duda. Pero sigamos aún un poco más. Haríamos una comedia satírica sobre un género en su pleno apogeo, el de las películas de espías y supervillanos al estilo James Bond que causan furor en todo tipo de público y en todo el mundo. Imposible fallar, nos espera el éxito, la fama, el dinero, la gloria…


A pesar de ello sin embargo DR. GOLDFOOT AND THE BIKINI MACHINE (En España Doctor G y su máquina de bikinis) es un auténtico fallo. Lo que la salva es tal vez el ambiente, la atmosfera de la época, su colorido natural y su espíritu que todo lo envuelve sin querer. Podríamos hablar de un desperdicio, una magnífica oportunidad perdida de conseguir un auténtico film de culto y popular y sin embargo nos queda la sensación de ver un producto hecho sin ganas, forzado, sin objetivos.
Producida por la American International Pictures (AIP), la empresa fundada por Samuel Z. Arkoff y James H. Nicholson (que encumbró a Roger Corman y Vincent Price con el conocido  “Ciclo Poe” y responsable de la producción de innumerables films indispensables del catálogo de la “Serie B” por más de tres décadas) nos cuenta La historia del Doctor Goldfoot, un malvado villano, mezcla de “mad doctor” y aristócrata decimonónico que pretende hacerse con las fortunas de impávidos millonarios fascinados y seducidos por bellos robots-mujeres de su creación. Ataviados en bikinis dorados los androides femeninos intentarán lograr su cometido a pesar de enfrentarse a un aprendiz de agente secreto y un ricachón engañado que tratarán de impedirlo.


La historia no está mal y a pesar de ser escrita por Elwood Ullman y  Robert Kaufman no logra coherencia dentro de la “psicotrónica” propuesta. Y eso que merito no les faltó a sus autores ya que podemos mencionar que Ullman fue un famoso guionista de comedias con el que cuenta en su haber innumerables episodios de “The Three Stooges” (Los tres chiflados) así como muchísimas comedias televisivas de la época. Kaufman otro tanto, con Emmy ganado y  guiones de muchos episodios de series como “I Dream of Jeannie" (Mi bella genio) o “Alfred Hitchcock Presents”.
Los astutos Arkoff y Nicholson encargaron la dirección a Norman Taurog, un auténtico veterano de Hollywood galardonado con el Óscar como mejor director en 1931. Taurog llegó a dirigir 180 películas, entre ellas las comedias interpretadas por Elvis Presley, Jerry Lewis y Dean Martin. En DGATBM no consigue revalidar títulos. Ni una idea original o atrevida se consigue ver en los 88 minutos del film.
En lo personal me resulta difícil y me duele decirlo de alguien como Vincent Price, que con una más que brillante filmografía de más de medio siglo interpretara aquí, tal vez uno de sus trabajos más pobres. El personaje, con una potencialidad increíble, no consigue plasmarse a pesar del talento indiscutido de Price. El Dr. Goldfoot es excesivamente amanerado, afeminado, con una casi nula cuota de esa malévola caballerosidad típica de los villanos interpretados por Price. Le falta fondo para desarrollar el personaje. Vincent hizo lo que mejor pudo pero evidentemente no alcanzó.


Sigamos por estricto orden de cartel. Qué podemos decir de Frankie Avalon… carilindo, cantante adolescente, actorcillo que fue convocado por el Duke John Wayne para “El Álamo” (¡!), fue protagonista de un sub-sub género como el de las películas de playa (también de la AIP). Su rol de un forzado espía aficionado casi idiota de nombre Craig, en lugar de conseguir sacar una sonrisa ante una situación supuestamente cómica provoca vergüenza ajena.


Dwayne Hickman es Todd Armstrong, un millonario embaucado por Goldfoot mediante la bella bikini machine Nº  11 que intenta despojarlo de sus riquezas. Hickman fue otro de los tantos actores "teenagers" de la televisión norteamericana aparecido en los años 50s. Su rol tampoco es que sea muy elaborado pero al menos da bien en cámara…


Es el turno para Susan Hart,  una bella morena casada (casualmente…) con el productor James H. Nicholson interpreta a el robot femenino Nº9 que solo viste bikini dorada, gabardina, tacones y sombrero creado por el Dr. Goldfoot para lograr su maléfico fin. Susan también fue (casualmente…) la protagonista de la serie de películas de playa de la AIP. Su rostro es conocido gracias a su actuación en films de la talla de “It Conquered the World”, ”Invasion of the Saucer Men”, “The Thing from Venus”, “The Amazing Colossal Man” entre otras delicadezas del género. Y ahí está en el film aportando la cuota sexy del proyecto y poco más.


Jack Mullaney interpreta a Igor, el torpe asistente del Dr. Goldfoot permanentemente humillado por él. Mullaney fue un buen y conocido actor del cine y la televisión que logra con su personaje hacer esbozar en algún momento una leve sonrisa.  Como en el caso de Vincent Price podría haberse conseguido muchísimo más…


Tenemos también una participación especial como la de Fred Clark interpretando a Donald, el tío del inútil de Craig (Frankie Avalon) al frente de la agencia de espías. Su sola aparición y su reconocidísimo rostro aporta un poco de aire fresco en la pantalla. Una pena que no haya aportado más minutos en el metraje. Clark fue un actor muy popular que participo en innumerables shows televisivos y películas por décadas. Un querido actor que aparece en muchos episodios de series legendarias como “I Dream of Jeannie”, “The Beverly Hillbillies”, “The Addams Family” o la magnífica “The Twilight Zone”.


No todo es desazón, hay aciertos también. La música de Les Baxter es maravillosa, un verdadero lujo al que nos tiene acostumbrados la AIP. Aquí el maestro de la “Exotic Music” aparece una vez más en su mejor nivel. También el pegadizo tema principal de la película interpretado por The Supremes, que por entonces contaba con su formación original, es decir Diana, Mary y Florence, no hace más que actuar como un bálsamo ente tanto desatino.
Una curiosidad digna de mención: la participación en una de las escenas de  “Sam & the Ape Men”, un ignoto grupo musical ataviados con ropas de cavernícolas de serie z sobre el escenario de un club. Según el relato de su guitarrista el grupo tocaba regularmente en “The Condor Club” del área Norte de San Francisco con el nombre de “The Flintstones”  y que para evitar problemas legales con el cartoon de Hanna y Barbera lo cambiaron. Se desconoce el paradero de la bailarina a go-go llamada Diane De Marco…


Además de los créditos iniciales y finales acorde a la moda de entonces, los zapatos “Aladino” dorados del Dr. Goldfoot, el homenaje al ciclo Poe de Roger Corman para la AIP  en un recorrido pictórico de los ancestros del Dr. Goldfoot y la cámara de torturas de “The Pit and The Pendulum”, poco más…
Hoy con la corrección política imperante en esta tiranía progre mundial, un film como DGATBM sería impensable. En principio sería tachada de sexista ya que absolutamente todas las mujeres que aparecen son simples objetos de explotación sexual, máquinas con cara bonita y cuerpo sin alma. El Dr. Goldfoot un pervertido que lo único que hace es humillar permanentemente a su esclavo Igor espetándole una catarata innumerable de insultos y agravios. Hay dos escenas que desatarían  la furia de asociaciones feministas. Debido a un error en su misión de robar el patrimonio de su víctima millonaria, Diane es castigada por el Dr. Goldfoot y la  vemos siendo torturada en una especie de silla eléctrica. El robot femenino gime con cada descarga de electricidad. En la segunda escena incorrecta la vemos arrodillada en el suelo fregándolo con un trapo ante las descargas eléctricas de un bastón empuñado por un fornido calvo de pie con pinta de ejecutor a las órdenes del Dr. Goldfoot. 
DGATBM pudo más, mucho más pero lamentablemente se quedó en ello. Aunque parezca increíble “Dr. G y su máquina de bikinis” tuvo una secuela italiana!!! Pero eso lo dejamos para otra ocasión.


¿Merece la pena desgajar una película fallida 50 años después? La respuesta es NO pero como tantas cosas de AUDERE que no tienen demasiado sentido y sin embargo ahí están…  A pesar de ello aquí la “rescatamos” al menos en parte debido justamente a esas “incorrecciones” que la hacen entrar en nuestra galería de películas especiales y diferentes en estos tiempos demasiado “correctos” para nuestro gusto.

Al fin y al cabo ¡Salud Doctor Goldfoot! Ojalá algún día domines el mundo con tus bikinis doradas y  finalmente se vaya todo a tomar por saco de una vez por todas! 


27 de abril de 2015

"LA IRA ES ENERGIA" La memorias de JOHN LYDON aka JOHNNY ROTTEN


Hace casi un año  publicábamos en AUDERE la letra de “Rise” de Public Image Ltd. ¿Por qué lo hicimos? Porque si, y porque a mi modesto parecer la considero una de las mejores canciones de todos los tiempos. Musicalmente bella, una auténtica gema. Su letra un verdadero manifiesto cargado de imágenes enigmáticamente fuertes, agudas sentencias y contundentes afirmaciones. Nos machaca desde el estribillo con “Anger is an energy” (La furia es una energía), un magnífico lema. En definitiva, un Lydon en estado puro. Sin quererlo ni pensarlo ha sido un anuncio premonitorio, acertado y oportuno ya que acaba de publicarse en España su autobiografía, la historia de John Lydon, el ex Johnny Rotten, cantante de Sex Pistols y su título es “LA IRA ES ENERGIA”…

“La ira es energía. Es la puta verdad. En la vida se me ha ocurrido otra frase tan potente…” confiesa desde la primera página de su libro y tal vez sea cierto. El viejo Johnny considera la ira como algo negativo que puede ser utilizada de manera positiva para cambiar las cosas. Y asi nos lo propone Lydon desde una cierta visión “filosófica” planteada en la introducción. Allí se planta y marca el terreno: quién es, de dónde viene y que pretende. Lo que sigue es un relato en primera persona de su vida, una cascada vertiginosa de pareceres, memorias y  anécdotas plagadas de sinceridad descarnada de un Rotten que goza con el perverso placer de no guardarse nada ni medir consecuencias. Otra vez un Lydon en estado puro.

Si, John Lydon es verdaderamente un personaje fascinante. Su fortísima personalidad y  su rol como líder de Sex Pistols y referente de la explosión punk de mediados de los 70, hizo que involuntariamente trascienda el mundo del arte y se posicione entre los personajes más significativos del siglo XX, de un siglo tan cruel como su personal visión del mundo. Se que puede sonar algo exagerada mi afirmación pero estoy convencido de que en un resumen del siglo pasado su voz y su figura serían imprescindibles para entender al menos una parte importante del mismo.

Si bien ya nos había regalado unas memorias hace ya tiempo llamadas ”Rotten: No Irish, No Blacks, No Dogs”, “La Ira Es Energía” completa y tal vez cierre cuestiones pendientes en un cuidadísimo trabajo de Malpaso Ediciones de más de seiscientas páginas, apartados de fotos a color, tapa dura y sobrecubiertas.  

Rescato la frase final de su introducción ya que la considero como una acertadísima definición de sí mismo en estos tiempos: “En la vida todo esta interconectado. La imprevisibilidad ha marcado la mía. He abierto camino y he hecho que este sea más seguro para los que me han seguido. Soy el elefante en la cacharrería, el que siempre dice lo que piensa y se queda hasta el final. El último hombre en pie… en un mundo donde nadie importa”. John Lydon en estado puro.


22 de abril de 2015

THE DAMNED Sala Arena 16/04/15 Madrid


“Señoras y señores ...  ¿cómo lo hacen?” con esta frase empieza Love Song de THE DAMNED  y eso me lo he preguntado muchas veces.¿Cómo hace THE DAMNED para seguir en carrera después de 40 años y haber sido los auténticos pioneros de la escena punk inglesa?

Para los que tenemos al español como lengua materna y leímos una y mil veces “PUNK La Muerte Joven “de Juan Carlos Kreimer allá por fines de los 70 y principio de los 80 nos enteramos que THE DAMNED era un grupo diferente. Fueron los primeros en manifestar la punkitud británica fuera de las islas en el Festival de Mont de Marsan; los primeros con un sencillo y álbum en la calle; en participar en el festival del 100 Club en Oxford Street; en ir de gira por USA… fueron los primeros en ir a la vanguardia con una propuesta musical y estética diferente pero auténticamente punk. Escapaban a moldes y clichés y eso los hacía absolutamente atractivos.

THE DAMNED era diferente y casi cuarenta años después también siguen siendolo porque son una Rara Avis auténtica. Ahí están una vez más sobre un escenario después de innumerables cambios en su formación y en su sonido pero con su vena original intacta, perenne, eterna.  Los Malditos del punk británico aun siguen vivos.
Tuvimos la suerte de verlos en concierto en Madrid, ahí mismo a metros de la Plaza España, en el corazón de la Capital que siempre les acoge. Vanian y Sensible, su columna vertebral, los históricos, los que estuvieron desde su nacimiento, los de siempre, como dos personajes salidos de la ficción nos metieron en su mundo salvaje, oscuro, inquietante y a su vez placentero y divertido. Los dos curtidos en mil batallas, dos profesionales en tablas que mantienen vivo el legado. Vitales, espontáneos y cercanos nos dejaron casi dos horas de THE DAMNED versión siglo XXI con Monty Oxy Moron en teclados, Pinch en batería y Stu West en bajo. Dejaron satisfechos a su público de un par de generaciones como mínimo: canosos cincuentones, sesenteros arrugados y púberes iniciados recientemente en el rito maldito salieron complacidos de la sala antes de la medianoche. 

Bajando la Gran Vía envuelto en las luces de sus carteles y  en medio del incesante movimiento de coches y peatones noctámbulos me vuelvo a preguntar: ¿Maldición, pero cómo lo hacen? Conmigo THE DAMNED lo ha vuelto a conseguir…









26 de marzo de 2015

KILLING: Crimen, sangre y sexo en blanco y negro. La fotonovela para adultos más estremecedora de la Historia.


KILLING mata. KILLING mata con crudeza despiadada.  KILLING es un asesino sin escrúpulos que mata después de torturar a sus víctimas, asesinos y criminales como él. KILLING es el Ángel de la Muerte en persona.
Enfundado en un traje negro pegado al cuerpo que lleva dibujado la figura de un esqueleto humano, se distingue por su particular máscara calavera. No es una calavera al uso sino una extraña calavera deformada con una sonrisa escalofriante.  Es KILLING, el personaje criminal  y diabólico jamás creado.

¿Cómo no caer obnubilado y sucumbir ante semejante figura descubierta en la portada de una revista cuando lo que vemos en ella no es un dibujo, no es un comic, sino que son personas en carne y hueso fotografiadas? KILLING es real, está allí empuñando una pistola de largo cañón y apuntando a una víctima horrorizada que además es una bellísima mujer semi desnuda.  Mmm… demasiado fuerte para la tierna mente de un niño casi adolescente ante semejante escena. Desde ese momento en más no podrá borrar esa imagen de su cabeza.


Así entro KILLING en nuestras vidas. KILLING fue para varias generaciones un personaje de culto, censurado y prohibido en su momento sobre todo por la violencia y el sexo - jamás explicito sino insinuado -  que mostraba en sus páginas.  Y esa sugerencia, ese jugar con el límite tal vez lo hacía más deseable. Era ansiosamente buscado en los kioscos de prensa, esperado y finalmente cuando se lo conseguía gracias a un vendedor cómplice o pasado por la mano amiga de un primo mayor era ocultado a los ojos de los padres y generalmente escondido entre otras revistas al final de un armario.
Hoy al repasar esas páginas ojeadas una y mil veces y amarillentas por el paso del tiempo se descubre un producto muy osado para la época y curiosamente cuidado, pulido, con un inteligente tratamiento de la imagen que juega al límite de lo soportable y permitido en las escenas más intimas y violentas. KILLING es sin dudas una obra maestra de la fotonovela, hoy  un genero lamentablemente desaparecido.


Un poco de Historia.

¿Qué es una fotonovela? Básicamente el soporte de una historia interpretada por actores contada con fotos secuenciales, algo así como una especie de hijo bastardo del comic y el cine. Un género auténticamente italiano nacido en 1947 y atribuido a Luciano Pedrocchi que un día convenció a Arnoldo Mondadori para publicar el invento.  Así nació "Bolero" la primera  fotonovela de historias de amor por la que pasarían fotografiadas las que luego serían verdaderas estrellas del cine como Sofia Loren , Gina Lollobrigida o Claudia Cardinale entre otras. 
La fotonovela fue un auténtico éxito editorial, masivo y popular que trascendió el género romántico  original para trasladar otros mucho más riesgosos y KILLING es un claro ejemplo de ello. Un género despreciado históricamente por la intelligentsia intelectual justamente por su masividad y temática que se convierte casi en basura cuando se transforma en vehículo de sangrientas y escabrosas historias de entretenimiento para las “masas incultas”. A pesar de ello allí está para dejar testimonio de que no siempre los popes de la cultura oficial llevan razón.


KILLING: el origen

Giuseppe Pino Ponzoni, responsable de Ponzoni Editore de Milano dio su visto bueno al proyecto KILLING a mediados de 1965 ante el éxito que por entonces gozaba el “Fumetto Nero” (ver AUDERE mayo 2014) y erótico. Al frente del mismo se encontraba el conocido trío del mundo editorial Molinari, Naviglio y Mazzanti en la idea y el guión original de KILLING, y de Rosario Borelli al frente de la dirección general. Borelli por entonces ya era un experimentado hombre en la escena que como actor había trabajado en más de 20 films de directores tales como Luchino Visconti, Aldo Molinari, Turi Vasile o Lucio Fulci.
Como director de KILLING Borelli demostró estar en un escalón por encima de cualquier otro profesional al que se le podía encomendar semejante tarea.  Los que trabajaron con él hablan de su perfeccionismo y profesionalidad. Desbordante de entusiasmo dejaba absolutamente todo en el plató: supervisaba, corregía, ordenaba y realizaba de una manera como nunca antes se hizo en el género. Borelli consiguió  lograr un movimiento fotográfico excepcional en cada una de las tomas. Las trepidantes escenas de acción eran plasmadas en fotografía gracias a su talento y esfuerzo. Sabía perfectamente lo que quería y como conseguirlo y para ello también tuvo a la fortuna de haber encontrado un equipo de profesionales acorde e involucrado que colaboró absolutamente en la realización de la obra. Su mano derecha, el fotógrafo Lorenzo Papi fue una pieza clave para conseguir ese resultado. Solo basta ver cualquier número de KILLING para comprobarlo recorriendo con la mirada esas increíbles tomas. El producto final fue técnicamente perfecto.  Borelli hacia cine con la fotografía y con KILLING consiguió realizar una obra maestra.


No era fácil por entonces colocar en el mercado un producto plagado de imágenes de alta carga erótica y una enorme cuota de violencia explicita. El personaje KILLING en definitiva era un criminal psicópata que mata y que ello le provoca placer. Su identidad desconocida igual que su rostro estaba oculta bajo un traje que despierta el  terror más absoluto en sus oponentes. Ese rostro como una calavera con una sonrisa perenne y deforme ha sido su icónica marca que lo convirtió en leyenda. Esa máscara, esa maravilla de diseño, fue artesanalmente creada por el genio de Carlo Rambaldi que con el tiempo fue internacionalmente reconocido como maestro en efectos especiales de Hollywood. Rambaldi, una década más tarde creó nada menos que la cabeza mecánica de Alien y fue el diseñador de E.T. el extraterrestre con los cuales ganó dos Oscar. Sin duda materia técnica había y de la mejor.


El siguiente paso fue encontrar el casting adecuado a semejante proyecto. Para interpretar el despiadado personaje el director Rosario Borrelli buscó entre cientos de postulantes al actor que debía colocarse la máscara y darle vida al siniestro protagonista. Después de innumerables pruebas dio con la persona ideal y curiosamente permaneció en secreto tanto su rostro como su nombre dentro y fuera del plató. Durante décadas la identidad de KILLING permaneció oculta incluso para el equipo técnico y los actores. Sus compañeros de rodaje no sabían quién era en realidad ya que nunca lo habían visto a cara descubierta. Nadie supo quién se escondía detrás de la máscara ya que ese secreto era un requisito que Borelli plasmó en el contrato con el misterioso actor. Ese misterio en torno a su identidad ha sido un acierto del director al conseguir con ello despertar aun más interés en el personaje.
El producto de la editora milanesa estuvo listo para salir a la calle un 15 de marzo de 1966. Ese día en Italia nació KILLING y su leyenda.



KILLING Nº 1

Unos aristócratas comunistas (muy de moda actualmente…) están dispuestos a financiar la infiltración filo maoísta en Sudamérica. Para ello utilizarán un tesoro en monedas antiguas de oro. KILLING se percata de la fortuna y se dispone junto a DANA apropiarse de la misma antes de que lleguen a manos de sus destinatarios. Para ello toman el aspecto del inescrupuloso noble “revolucionario” de nombre Sedor y de su amante Sonia. Para ello acaban con sus vidas y robándoles su aspecto ingresan así en su residencia. El inspector Grant es informado de que KILLING trama algo gordo allí y se dirige con sus hombres para evitarlo. Katia, prima de Sedor, intenta apoderarse de las monedas junto a una banda de malhechores. Mientras tanto agentes soviéticos enterados del asunto entran en el juego para impedir el financiamiento de sus rivales políticos chinos y apoderarse del tesoro a cualquier precio. En el camino van quedando en un reguero de sangre prácticamente todos los involucrados incluidos nobles, malhechores, agentes de Moscú…  Grant está a punto de pillar a KILLING y cuando así parece,  el Rey del Crimen consigue escurrirse con su amada y su botín.


Una historia verdaderamente rocambolesca llena de muertes violentas, engaños, audacia y giros inesperados condimentados con sangre, pasadizos secretos, sótanos oscuros, instrumentos de tortura, bellas mujeres en ropa interior, persecuciones en carretera a toda velocidad y donde un criminal sin escrúpulos enfundado de pies a cabeza con un traje de esqueleto se sale con la suya derrotando a la ley y la justicia una vez más. Todo eso se ofrecía en una pequeña revista de fotonovela en blanco y negro de 200 páginas y por solo 150 liras de 1966…


PIOMBO ROVENTE  (Plomo fundido) fue el nombre de esa, su primera historia. En su portada bajo su original y emblemático logotipo se lee claramente “Fotostorie del brivido per adulti” (Fotonovelas escalofriantes para adultos) advirtiendo del contenido no apto para menores y personas sensibles. Desde allí KILLING azota a todo color a una mujer en ropa interior con un látigo. Toda una invitación para meter la mano en el bolsillo, coger esas liras que queman y con cara de desinteresado hacerse con una copia y llevarla a casa discretamente.
Ese primer número tenía en contraportada una foto color a toda página de la bella actriz francesa Milene Demongeot  tomando el sol de espalda sobre un velero…  Además de la historia de KILLING se ofrece un relato “giallo”, un Quiz de temática clue y unas fotos de una jovencísima Raffaella Carrà (irreconocible) que nos insinúa enseñándonos sus inmensas bragas y sujetador acorde a la época.


KILLING conquista el mundo y…

Esa osadía que convirtió a KILLING en un producto, o más bien sub-producto, increíblemente masivo pero a su vez vergonzante fue su carta ganadora.  Sus historias y sus imágenes explicitas no eran acordes con los cánones de decoro de la época. Era un producto, como diría Ian Fleming el creador de James Bond sobre sus libros que "se escribieron para heterosexuales de sangre caliente" pero KILLING fue un paso más allá, era para heterosexuales perversos de sangre muy  caliente que disfrutan con hemoglobina y el sado-maso… Historias, al contrario de Bond, donde el mal y el crimen encarnado en su protagonista SIEMPRE vencen. KILLING no tiene más fin que conseguir sus objetivos a cualquier precio y de cualquier modo sin considerar la condición de sus víctimas ni los métodos empleados para lograrlos: simplemente ellas son un escollo que entorpece su objetivo y punto.


KILLING solo considera a su amada DANA a la que es absolutamente fiel en sentimiento aunque por gajes del oficio deba sucumbir ocasionalmente en un lecho femenino. KILLING exuda poder, arrojo, audacia y frenesí. KILLING transgrede permanentemente y  de allí radica su éxito. Por pocas liras un gris ciudadano podía salir de su triste condición aunque sea solo por un rato…
KILLING fue un éxito de ventas. En los primeros meses alcanzó una tirada de unas de 500.000 copias. Un “fotoromanzo” para adultos que se convirtió en un fenómeno que traspasó la frontera “tricolore” para instalarse en Francia con el nombre de SATANIK, en Turquía como KILINK y en Argentina como KILING.  
La contracara estética del siniestro personaje fue  su inseparable compañera, la bellísima y sensual DANA, interpretada por la actriz Luciana Paoli que dejó una huella imborrable en los sueños eróticos de millones de seguidores de todo el mundo. Luciana “DANA” Paoli fue fija de la serie además de coprotagonista y su figura y presencia fueron  indispensables en el desarrollo de la misma.
Actores y actrices reconocidos pasaron por sus páginas como Renato Baldini, Paul Muller, Rico Boido, Dario Michaelis, Liliana Chiari, Gabriella Giorgelli, Erma Schurer… KILLING reunió una cantidad de talento como nunca se había visto antes en un proyecto tan osado y controvertido.


Pero el éxito fue declinando con la censura y prohibición inicial sufrida sorprendentemente en Francia y luego en Italia. Al poco tiempo de su aparición ya no se trabajaba con la total libertad y el desparpajo de sus inicios. A ese número 1 de KILLING que continuó quincenalmente en los kioscos le siguieron otros 61 hasta que justamente tres años después KILLING terminó para siempre con su perversa carrera criminal. El 29 de marzo de 1969 salió a la venta el último número.

KILLING hoy


KILLING permaneció en la memoria colectiva de sus seguidores y coleccionistas dispersos en Italia, Francia, Turquía, Argentina, Brasil, Colombia…
Poco a poco se transformó en un recuerdo y allí permaneció, en el limbo del mito por décadas hasta que el editor, escritor de comics y productor norteamericano Mort Todd adquirió en 2005 los derechos mundiales del personaje reviviéndolo bajo un nuevo nombre: SADISTIK. The Diabolikal Super-Kriminal.
Gracias a Todd nuevas generaciones tuvieron  acceso a la leyenda. Desde Comicfix, su sello,  ha reeditado parte de la obra original y ha hecho también un excelente trabajo de recopilación incluso de los casi desconocidos comics argentinos de KILLING publicados en los 70.


Luego de cuatro décadas KILLING dio un vuelco dramático en su historia cuando se presentó en el Ravenna Nightmare Film Fest 2007 el documental “THE DIABOLIKAL SUPER KRIMINAL”, escrito y dirigido por SS Sunda y coproducido por la Sinepathic Films de Milán junto a la Comicfix. En él se recorre toda su historia contada por sus protagonistas y donde se desvela por primera vez el secreto mejor guardado, nada más ni nada menos que la identidad de KILLING, el rostro y nombre del actor que lo interpretó exclusivamente entre 1966-69 acabando con todo tipo de especulaciones. Finalmente se supo: ALDO AGLIATA era KILLING.








Agliata, actor de cine y TV alcanzó popularidad paradójicamente interpretando un personaje sin rostro y del que no podía conocerse su nombre, algo muy difícil y que no cualquiera podía asumir en ese ambiente. Con el tiempo se alejó del mundo del espectáculo y se dedicó a asuntos familiares y a su otra pasión, el deporte y el futbol en particular escribiendo y conduciendo un programa para televisiones locales privadas. Hoy vive en Roma y regenta el  elegante William's Club, su club privado.
Aldo, también conocido como “Il Principe”, es realmente todo un caballero de modales exquisitos y gustos refinados que conserva aun una mirada penetrante pero transparente, cristalina, amable y seductora. Agliata se encuentra en plena forma y siempre dispuesto a asumir con orgullo su historia personal de haber sido el hombre que se metió bajo el traje de KILLING.


KILLING siempre

Los que se sorprendieron en los 60 cuando lo conocieron, los que poco más tarde dejaron de ser niños con él leyéndolo a hurtadillas, los que lo descubrieron décadas después de su aparición ya como algo curioso, los que acaban de descubrirlo, en definitiva todos los que aman a KILLING y su legado tienen hoy una difícil tarea por delante pero no imposible: transmitir esa pasión por El Rey del Crimen a las nuevas generaciones.
En tiempos donde la inmediatez, la fragilidad y lo efímero de los productos de la cultura pop actuales  y que se encuentran en las antípodas de lo que fue el fenómeno KILLING no será una tarea nada fácil pero los auténticos "KILLINGNISTAS" tenemos esa obligación con nosotros mismos.
Pero tranquilos, sabemos que contamos un fiel aliado oculto entre las sombras… su calavera y su siniestra sonrisa permanecerán a nuestro lado. Por siempre.