“Señoras y señores ... ¿cómo lo hacen?” con esta frase empieza Love
Song de THE DAMNED y eso me lo he
preguntado muchas veces.¿Cómo hace THE DAMNED para seguir en carrera después
de 40 años y haber sido los auténticos pioneros de la escena punk inglesa?
Para los que tenemos al español como lengua materna y leímos una y mil veces “PUNK La Muerte Joven “de Juan Carlos Kreimer allá por fines de los 70 y principio de los 80 nos enteramos que THE DAMNED era un grupo diferente. Fueron los primeros en manifestar la punkitud británica fuera de las islas en el Festival de Mont de Marsan; los primeros con un sencillo y álbum en la calle; en participar en el festival del 100 Club en Oxford Street; en ir de gira por USA… fueron los primeros en ir a la vanguardia con una propuesta musical y estética diferente pero auténticamente punk. Escapaban a moldes y clichés y eso los hacía absolutamente atractivos.
Para los que tenemos al español como lengua materna y leímos una y mil veces “PUNK La Muerte Joven “de Juan Carlos Kreimer allá por fines de los 70 y principio de los 80 nos enteramos que THE DAMNED era un grupo diferente. Fueron los primeros en manifestar la punkitud británica fuera de las islas en el Festival de Mont de Marsan; los primeros con un sencillo y álbum en la calle; en participar en el festival del 100 Club en Oxford Street; en ir de gira por USA… fueron los primeros en ir a la vanguardia con una propuesta musical y estética diferente pero auténticamente punk. Escapaban a moldes y clichés y eso los hacía absolutamente atractivos.
THE DAMNED era diferente y casi cuarenta años después también siguen siendolo porque son una Rara Avis auténtica. Ahí están una vez más sobre un escenario después de innumerables cambios en su formación y en su sonido pero con su vena original intacta, perenne, eterna. Los Malditos del punk británico aun siguen vivos.
Tuvimos la suerte de verlos en concierto en Madrid, ahí
mismo a metros de la Plaza España, en el corazón de la Capital que siempre les
acoge. Vanian y Sensible, su columna vertebral, los históricos, los que estuvieron desde su nacimiento, los de siempre, como dos personajes salidos de la ficción nos metieron
en su mundo salvaje, oscuro, inquietante y a su vez placentero y divertido. Los
dos curtidos en mil batallas, dos profesionales en tablas que mantienen vivo el
legado. Vitales, espontáneos y cercanos nos dejaron casi dos horas de THE
DAMNED versión siglo XXI con Monty Oxy Moron en teclados, Pinch en batería y Stu West en bajo. Dejaron
satisfechos a su público de un par de generaciones como mínimo: canosos cincuentones,
sesenteros arrugados y púberes iniciados recientemente en el rito maldito
salieron complacidos de la sala antes de la medianoche.
Bajando la Gran Vía envuelto en las luces de sus carteles y en medio del incesante movimiento de coches y peatones noctámbulos me vuelvo a preguntar: ¿Maldición, pero cómo lo hacen? Conmigo THE DAMNED lo ha vuelto a conseguir…