KILLING mata. KILLING mata con
crudeza despiadada. KILLING es un
asesino sin escrúpulos que mata después de torturar a sus víctimas, asesinos y
criminales como él. KILLING es el Ángel de la Muerte en persona.
Enfundado en un traje negro
pegado al cuerpo que lleva dibujado la figura de un esqueleto humano, se
distingue por su particular máscara calavera. No es una calavera al uso sino
una extraña calavera deformada con una sonrisa escalofriante. Es KILLING, el personaje criminal y diabólico jamás creado.
¿Cómo no caer obnubilado y
sucumbir ante semejante figura descubierta en la portada de una revista cuando
lo que vemos en ella no es un dibujo, no es un comic, sino que son personas en
carne y hueso fotografiadas? KILLING es real, está allí empuñando una pistola
de largo cañón y apuntando a una víctima horrorizada que además es una bellísima
mujer semi desnuda. Mmm… demasiado fuerte
para la tierna mente de un niño casi adolescente ante semejante escena. Desde
ese momento en más no podrá borrar esa imagen de su cabeza.
Así entro KILLING en nuestras
vidas. KILLING fue para varias generaciones un personaje de culto, censurado y
prohibido en su momento sobre todo por la violencia y el sexo - jamás explicito
sino insinuado - que mostraba en sus
páginas. Y esa sugerencia, ese jugar con
el límite tal vez lo hacía más deseable. Era ansiosamente buscado en los kioscos
de prensa, esperado y finalmente cuando se lo conseguía gracias a un vendedor
cómplice o pasado por la mano amiga de un primo mayor era ocultado a los ojos
de los padres y generalmente escondido entre otras revistas al final de un
armario.
Hoy al repasar esas páginas ojeadas
una y mil veces y amarillentas por el paso del tiempo se descubre un producto muy
osado para la época y curiosamente cuidado, pulido, con un inteligente tratamiento
de la imagen que juega al límite de lo soportable y permitido en las escenas
más intimas y violentas. KILLING es sin dudas una obra maestra de la fotonovela,
hoy un genero lamentablemente
desaparecido.
Un poco de Historia.
¿Qué es una fotonovela?
Básicamente el soporte de una historia interpretada por actores contada con
fotos secuenciales, algo así como una especie de hijo bastardo del comic y el
cine. Un género auténticamente italiano nacido en 1947 y atribuido a Luciano
Pedrocchi que un día convenció a Arnoldo Mondadori para publicar el
invento. Así nació "Bolero" la
primera fotonovela de historias de amor
por la que pasarían fotografiadas las que luego serían verdaderas estrellas del
cine como Sofia Loren , Gina Lollobrigida o Claudia Cardinale entre otras.
La fotonovela fue un auténtico
éxito editorial, masivo y popular que trascendió el género romántico original para trasladar otros mucho más
riesgosos y KILLING es un claro ejemplo de ello. Un género despreciado
históricamente por la intelligentsia
intelectual justamente por su masividad y temática que se convierte casi en
basura cuando se transforma en vehículo de sangrientas y escabrosas historias
de entretenimiento para las “masas incultas”. A pesar de ello allí está para
dejar testimonio de que no siempre los popes de la cultura oficial llevan
razón.
KILLING: el origen
Giuseppe Pino Ponzoni,
responsable de Ponzoni Editore de Milano dio su visto bueno al proyecto KILLING
a mediados de 1965 ante el éxito que por entonces gozaba el “Fumetto Nero” (ver
AUDERE mayo 2014) y erótico. Al frente del mismo se encontraba el conocido trío del mundo
editorial Molinari, Naviglio y Mazzanti en la idea y el guión original de
KILLING, y de Rosario Borelli al frente de la dirección general. Borelli por
entonces ya era un experimentado hombre en la escena que como actor había
trabajado en más de 20 films de directores tales como Luchino Visconti, Aldo
Molinari, Turi Vasile o Lucio Fulci.
Como director de KILLING
Borelli demostró estar en un escalón por encima de cualquier otro profesional
al que se le podía encomendar semejante tarea. Los que trabajaron con él hablan de su
perfeccionismo y profesionalidad. Desbordante de entusiasmo dejaba absolutamente
todo en el plató: supervisaba, corregía, ordenaba y realizaba de una manera
como nunca antes se hizo en el género. Borelli consiguió lograr un movimiento fotográfico excepcional
en cada una de las tomas. Las trepidantes escenas de acción eran plasmadas en
fotografía gracias a su talento y esfuerzo. Sabía perfectamente lo que quería y
como conseguirlo y para ello también tuvo a la fortuna de haber encontrado un equipo
de profesionales acorde e involucrado que colaboró absolutamente en la
realización de la obra. Su mano derecha, el fotógrafo Lorenzo Papi fue una
pieza clave para conseguir ese resultado. Solo basta ver cualquier número de
KILLING para comprobarlo recorriendo con la mirada esas increíbles tomas. El
producto final fue técnicamente perfecto.
Borelli hacia cine con la fotografía y con KILLING consiguió realizar
una obra maestra.
No era fácil por entonces
colocar en el mercado un producto plagado de imágenes de alta carga erótica y
una enorme cuota de violencia explicita. El personaje KILLING en definitiva era
un criminal psicópata que mata y que ello le provoca placer. Su identidad
desconocida igual que su rostro estaba oculta bajo un traje que despierta el terror más absoluto en sus oponentes. Ese
rostro como una calavera con una sonrisa perenne y deforme ha sido su icónica
marca que lo convirtió en leyenda. Esa máscara, esa maravilla de diseño, fue artesanalmente
creada por el genio de Carlo Rambaldi que con el tiempo fue internacionalmente
reconocido como maestro en efectos especiales de Hollywood. Rambaldi, una
década más tarde creó nada menos que la cabeza mecánica de Alien y fue el
diseñador de E.T. el extraterrestre con los cuales ganó dos Oscar. Sin duda materia
técnica había y de la mejor.
El siguiente paso fue
encontrar el casting adecuado a semejante proyecto. Para interpretar el
despiadado personaje el director Rosario Borrelli buscó entre cientos de
postulantes al actor que debía colocarse la máscara y darle vida al siniestro
protagonista. Después de innumerables pruebas dio con la persona ideal y
curiosamente permaneció en secreto tanto su rostro como su nombre dentro y
fuera del plató. Durante décadas la identidad de KILLING permaneció oculta
incluso para el equipo técnico y los actores. Sus compañeros de rodaje no
sabían quién era en realidad ya que nunca lo habían visto a cara descubierta. Nadie
supo quién se escondía detrás de la máscara ya que ese secreto era un requisito
que Borelli plasmó en el contrato con el misterioso actor. Ese misterio en
torno a su identidad ha sido un acierto del director al conseguir con ello despertar
aun más interés en el personaje.
El producto de la editora
milanesa estuvo listo para salir a la calle un 15 de marzo de 1966. Ese día en
Italia nació KILLING y su leyenda.
KILLING Nº 1
Unos aristócratas comunistas
(muy de moda actualmente…) están dispuestos a financiar la infiltración filo
maoísta en Sudamérica. Para ello utilizarán un tesoro en monedas antiguas de
oro. KILLING se percata de la fortuna y se dispone junto a DANA apropiarse de
la misma antes de que lleguen a manos de sus destinatarios. Para ello toman el
aspecto del inescrupuloso noble “revolucionario” de nombre Sedor y de su amante
Sonia. Para ello acaban con sus vidas y robándoles su aspecto ingresan así en
su residencia. El inspector Grant es informado de que KILLING trama algo gordo allí
y se dirige con sus hombres para evitarlo. Katia, prima de Sedor, intenta
apoderarse de las monedas junto a una banda de malhechores. Mientras tanto
agentes soviéticos enterados del asunto entran en el juego para impedir el
financiamiento de sus rivales políticos chinos y apoderarse del tesoro a
cualquier precio. En el camino van quedando en un reguero de sangre prácticamente
todos los involucrados incluidos nobles, malhechores, agentes de Moscú… Grant está a punto de pillar a KILLING y cuando
así parece, el Rey del Crimen consigue
escurrirse con su amada y su botín.
Una historia verdaderamente
rocambolesca llena de muertes violentas, engaños, audacia y giros inesperados
condimentados con sangre, pasadizos secretos, sótanos oscuros, instrumentos de
tortura, bellas mujeres en ropa interior, persecuciones en carretera a toda
velocidad y donde un criminal sin escrúpulos enfundado de pies a cabeza con un
traje de esqueleto se sale con la suya derrotando a la ley y la justicia una
vez más. Todo eso se ofrecía en una pequeña revista de fotonovela en blanco y
negro de 200 páginas y por solo 150 liras de 1966…
PIOMBO ROVENTE (Plomo fundido) fue el nombre de esa, su
primera historia. En su portada bajo su original y emblemático logotipo se lee
claramente “Fotostorie del brivido per adulti” (Fotonovelas escalofriantes para
adultos) advirtiendo del contenido no apto para menores y personas sensibles. Desde
allí KILLING azota a todo color a una mujer en ropa interior con un látigo. Toda
una invitación para meter la mano en el bolsillo, coger esas liras que queman y
con cara de desinteresado hacerse con una copia y llevarla a casa
discretamente.
Ese primer número tenía en contraportada
una foto color a toda página de la bella actriz francesa Milene Demongeot tomando el sol de espalda sobre un
velero… Además de la historia de KILLING
se ofrece un relato “giallo”, un Quiz de temática clue y unas fotos de una jovencísima
Raffaella Carrà (irreconocible) que nos insinúa enseñándonos sus inmensas
bragas y sujetador acorde a la época.
KILLING conquista el mundo y…
Esa osadía que convirtió a
KILLING en un producto, o más bien sub-producto, increíblemente masivo pero a
su vez vergonzante fue su carta ganadora. Sus historias y sus imágenes explicitas no
eran acordes con los cánones de decoro de la época. Era un producto, como diría
Ian Fleming el creador de James Bond sobre sus libros que "se escribieron
para heterosexuales de sangre caliente" pero KILLING fue un paso más allá,
era para heterosexuales perversos de sangre muy
caliente que disfrutan con hemoglobina y el sado-maso… Historias, al contrario
de Bond, donde el mal y el crimen encarnado en su protagonista SIEMPRE vencen.
KILLING no tiene más fin que conseguir sus objetivos a cualquier precio y de
cualquier modo sin considerar la condición de sus víctimas ni los métodos
empleados para lograrlos: simplemente ellas son un escollo que entorpece su
objetivo y punto.
KILLING solo considera a su
amada DANA a la que es absolutamente fiel en sentimiento aunque por gajes del
oficio deba sucumbir ocasionalmente en un lecho femenino. KILLING exuda poder,
arrojo, audacia y frenesí. KILLING transgrede permanentemente y de allí radica su éxito. Por pocas liras un
gris ciudadano podía salir de su triste condición aunque sea solo por un rato…
KILLING fue un éxito de
ventas. En los primeros meses alcanzó una tirada de unas de 500.000 copias. Un
“fotoromanzo” para adultos que se convirtió en un fenómeno que traspasó la
frontera “tricolore” para instalarse en Francia con el nombre de SATANIK, en
Turquía como KILINK y en Argentina como KILING.
La contracara estética del
siniestro personaje fue su inseparable
compañera, la bellísima y sensual DANA, interpretada por la actriz Luciana
Paoli que dejó una huella imborrable en los sueños eróticos de millones de
seguidores de todo el mundo. Luciana “DANA” Paoli fue fija de la serie además
de coprotagonista y su figura y presencia fueron indispensables en el desarrollo de la misma.
Actores y actrices reconocidos
pasaron por sus páginas como Renato Baldini, Paul Muller, Rico Boido, Dario
Michaelis, Liliana Chiari, Gabriella Giorgelli, Erma Schurer… KILLING reunió
una cantidad de talento como nunca se había visto antes en un proyecto tan
osado y controvertido.
Pero el éxito fue declinando
con la censura y prohibición inicial sufrida sorprendentemente en Francia y
luego en Italia. Al poco tiempo de su aparición ya no se trabajaba con la total
libertad y el desparpajo de sus inicios. A ese número 1 de KILLING que continuó
quincenalmente en los kioscos le siguieron otros 61 hasta que justamente tres
años después KILLING terminó para siempre con su perversa carrera criminal. El
29 de marzo de 1969 salió a la venta el último número.
KILLING hoy
KILLING permaneció en la
memoria colectiva de sus seguidores y coleccionistas dispersos en Italia,
Francia, Turquía, Argentina, Brasil, Colombia…
Poco a poco se transformó en
un recuerdo y allí permaneció, en el limbo del mito por décadas hasta que el
editor, escritor de comics y productor norteamericano Mort Todd adquirió en
2005 los derechos mundiales del personaje reviviéndolo bajo un nuevo nombre:
SADISTIK. The Diabolikal Super-Kriminal.
Gracias a Todd nuevas
generaciones tuvieron acceso a la leyenda.
Desde Comicfix, su sello, ha reeditado
parte de la obra original y ha hecho también un excelente trabajo de
recopilación incluso de los casi desconocidos comics argentinos de KILLING
publicados en los 70.
Luego de cuatro décadas
KILLING dio un vuelco dramático en su historia cuando se presentó en el Ravenna
Nightmare Film Fest 2007 el documental “THE DIABOLIKAL SUPER KRIMINAL”, escrito
y dirigido por SS Sunda y coproducido por la Sinepathic Films de Milán junto a
la Comicfix. En él se recorre toda su historia contada por sus protagonistas y
donde se desvela por primera vez el secreto mejor guardado, nada más ni nada
menos que la identidad de KILLING, el rostro y nombre del actor que lo
interpretó exclusivamente entre 1966-69 acabando con todo tipo de
especulaciones. Finalmente se supo: ALDO AGLIATA era KILLING.
Agliata, actor de cine y TV
alcanzó popularidad paradójicamente interpretando un personaje sin rostro y del
que no podía conocerse su nombre, algo muy difícil y que no cualquiera podía
asumir en ese ambiente. Con el tiempo se alejó del mundo del espectáculo y se
dedicó a asuntos familiares y a su otra pasión, el deporte y el futbol en
particular escribiendo y conduciendo un programa para televisiones locales
privadas. Hoy vive en Roma y regenta el elegante
William's Club, su club privado.
Aldo, también conocido como
“Il Principe”, es realmente todo un caballero de modales exquisitos y gustos
refinados que conserva aun una mirada penetrante pero transparente, cristalina,
amable y seductora. Agliata se encuentra en plena forma y siempre dispuesto a
asumir con orgullo su historia personal de haber sido el hombre que se metió
bajo el traje de KILLING.
KILLING siempre
Los que se sorprendieron en
los 60 cuando lo conocieron, los que poco más tarde dejaron de ser niños con él
leyéndolo a hurtadillas, los que lo descubrieron décadas después de su
aparición ya como algo curioso, los que acaban de descubrirlo, en definitiva
todos los que aman a KILLING y su legado tienen hoy una difícil tarea por
delante pero no imposible: transmitir esa pasión por El Rey del Crimen a las
nuevas generaciones.
En tiempos donde la
inmediatez, la fragilidad y lo efímero de los productos de la cultura pop actuales
y que se encuentran en las antípodas de
lo que fue el fenómeno KILLING no será una tarea nada fácil pero los auténticos "KILLINGNISTAS" tenemos esa obligación con nosotros mismos.
Pero tranquilos, sabemos que
contamos un fiel aliado oculto entre las sombras… su calavera y su siniestra
sonrisa permanecerán a nuestro lado. Por siempre.