26 de marzo de 2015

KILLING: Crimen, sangre y sexo en blanco y negro. La fotonovela para adultos más estremecedora de la Historia.


KILLING mata. KILLING mata con crudeza despiadada.  KILLING es un asesino sin escrúpulos que mata después de torturar a sus víctimas, asesinos y criminales como él. KILLING es el Ángel de la Muerte en persona.
Enfundado en un traje negro pegado al cuerpo que lleva dibujado la figura de un esqueleto humano, se distingue por su particular máscara calavera. No es una calavera al uso sino una extraña calavera deformada con una sonrisa escalofriante.  Es KILLING, el personaje criminal  y diabólico jamás creado.

¿Cómo no caer obnubilado y sucumbir ante semejante figura descubierta en la portada de una revista cuando lo que vemos en ella no es un dibujo, no es un comic, sino que son personas en carne y hueso fotografiadas? KILLING es real, está allí empuñando una pistola de largo cañón y apuntando a una víctima horrorizada que además es una bellísima mujer semi desnuda.  Mmm… demasiado fuerte para la tierna mente de un niño casi adolescente ante semejante escena. Desde ese momento en más no podrá borrar esa imagen de su cabeza.


Así entro KILLING en nuestras vidas. KILLING fue para varias generaciones un personaje de culto, censurado y prohibido en su momento sobre todo por la violencia y el sexo - jamás explicito sino insinuado -  que mostraba en sus páginas.  Y esa sugerencia, ese jugar con el límite tal vez lo hacía más deseable. Era ansiosamente buscado en los kioscos de prensa, esperado y finalmente cuando se lo conseguía gracias a un vendedor cómplice o pasado por la mano amiga de un primo mayor era ocultado a los ojos de los padres y generalmente escondido entre otras revistas al final de un armario.
Hoy al repasar esas páginas ojeadas una y mil veces y amarillentas por el paso del tiempo se descubre un producto muy osado para la época y curiosamente cuidado, pulido, con un inteligente tratamiento de la imagen que juega al límite de lo soportable y permitido en las escenas más intimas y violentas. KILLING es sin dudas una obra maestra de la fotonovela, hoy  un genero lamentablemente desaparecido.


Un poco de Historia.

¿Qué es una fotonovela? Básicamente el soporte de una historia interpretada por actores contada con fotos secuenciales, algo así como una especie de hijo bastardo del comic y el cine. Un género auténticamente italiano nacido en 1947 y atribuido a Luciano Pedrocchi que un día convenció a Arnoldo Mondadori para publicar el invento.  Así nació "Bolero" la primera  fotonovela de historias de amor por la que pasarían fotografiadas las que luego serían verdaderas estrellas del cine como Sofia Loren , Gina Lollobrigida o Claudia Cardinale entre otras. 
La fotonovela fue un auténtico éxito editorial, masivo y popular que trascendió el género romántico  original para trasladar otros mucho más riesgosos y KILLING es un claro ejemplo de ello. Un género despreciado históricamente por la intelligentsia intelectual justamente por su masividad y temática que se convierte casi en basura cuando se transforma en vehículo de sangrientas y escabrosas historias de entretenimiento para las “masas incultas”. A pesar de ello allí está para dejar testimonio de que no siempre los popes de la cultura oficial llevan razón.


KILLING: el origen

Giuseppe Pino Ponzoni, responsable de Ponzoni Editore de Milano dio su visto bueno al proyecto KILLING a mediados de 1965 ante el éxito que por entonces gozaba el “Fumetto Nero” (ver AUDERE mayo 2014) y erótico. Al frente del mismo se encontraba el conocido trío del mundo editorial Molinari, Naviglio y Mazzanti en la idea y el guión original de KILLING, y de Rosario Borelli al frente de la dirección general. Borelli por entonces ya era un experimentado hombre en la escena que como actor había trabajado en más de 20 films de directores tales como Luchino Visconti, Aldo Molinari, Turi Vasile o Lucio Fulci.
Como director de KILLING Borelli demostró estar en un escalón por encima de cualquier otro profesional al que se le podía encomendar semejante tarea.  Los que trabajaron con él hablan de su perfeccionismo y profesionalidad. Desbordante de entusiasmo dejaba absolutamente todo en el plató: supervisaba, corregía, ordenaba y realizaba de una manera como nunca antes se hizo en el género. Borelli consiguió  lograr un movimiento fotográfico excepcional en cada una de las tomas. Las trepidantes escenas de acción eran plasmadas en fotografía gracias a su talento y esfuerzo. Sabía perfectamente lo que quería y como conseguirlo y para ello también tuvo a la fortuna de haber encontrado un equipo de profesionales acorde e involucrado que colaboró absolutamente en la realización de la obra. Su mano derecha, el fotógrafo Lorenzo Papi fue una pieza clave para conseguir ese resultado. Solo basta ver cualquier número de KILLING para comprobarlo recorriendo con la mirada esas increíbles tomas. El producto final fue técnicamente perfecto.  Borelli hacia cine con la fotografía y con KILLING consiguió realizar una obra maestra.


No era fácil por entonces colocar en el mercado un producto plagado de imágenes de alta carga erótica y una enorme cuota de violencia explicita. El personaje KILLING en definitiva era un criminal psicópata que mata y que ello le provoca placer. Su identidad desconocida igual que su rostro estaba oculta bajo un traje que despierta el  terror más absoluto en sus oponentes. Ese rostro como una calavera con una sonrisa perenne y deforme ha sido su icónica marca que lo convirtió en leyenda. Esa máscara, esa maravilla de diseño, fue artesanalmente creada por el genio de Carlo Rambaldi que con el tiempo fue internacionalmente reconocido como maestro en efectos especiales de Hollywood. Rambaldi, una década más tarde creó nada menos que la cabeza mecánica de Alien y fue el diseñador de E.T. el extraterrestre con los cuales ganó dos Oscar. Sin duda materia técnica había y de la mejor.


El siguiente paso fue encontrar el casting adecuado a semejante proyecto. Para interpretar el despiadado personaje el director Rosario Borrelli buscó entre cientos de postulantes al actor que debía colocarse la máscara y darle vida al siniestro protagonista. Después de innumerables pruebas dio con la persona ideal y curiosamente permaneció en secreto tanto su rostro como su nombre dentro y fuera del plató. Durante décadas la identidad de KILLING permaneció oculta incluso para el equipo técnico y los actores. Sus compañeros de rodaje no sabían quién era en realidad ya que nunca lo habían visto a cara descubierta. Nadie supo quién se escondía detrás de la máscara ya que ese secreto era un requisito que Borelli plasmó en el contrato con el misterioso actor. Ese misterio en torno a su identidad ha sido un acierto del director al conseguir con ello despertar aun más interés en el personaje.
El producto de la editora milanesa estuvo listo para salir a la calle un 15 de marzo de 1966. Ese día en Italia nació KILLING y su leyenda.



KILLING Nº 1

Unos aristócratas comunistas (muy de moda actualmente…) están dispuestos a financiar la infiltración filo maoísta en Sudamérica. Para ello utilizarán un tesoro en monedas antiguas de oro. KILLING se percata de la fortuna y se dispone junto a DANA apropiarse de la misma antes de que lleguen a manos de sus destinatarios. Para ello toman el aspecto del inescrupuloso noble “revolucionario” de nombre Sedor y de su amante Sonia. Para ello acaban con sus vidas y robándoles su aspecto ingresan así en su residencia. El inspector Grant es informado de que KILLING trama algo gordo allí y se dirige con sus hombres para evitarlo. Katia, prima de Sedor, intenta apoderarse de las monedas junto a una banda de malhechores. Mientras tanto agentes soviéticos enterados del asunto entran en el juego para impedir el financiamiento de sus rivales políticos chinos y apoderarse del tesoro a cualquier precio. En el camino van quedando en un reguero de sangre prácticamente todos los involucrados incluidos nobles, malhechores, agentes de Moscú…  Grant está a punto de pillar a KILLING y cuando así parece,  el Rey del Crimen consigue escurrirse con su amada y su botín.


Una historia verdaderamente rocambolesca llena de muertes violentas, engaños, audacia y giros inesperados condimentados con sangre, pasadizos secretos, sótanos oscuros, instrumentos de tortura, bellas mujeres en ropa interior, persecuciones en carretera a toda velocidad y donde un criminal sin escrúpulos enfundado de pies a cabeza con un traje de esqueleto se sale con la suya derrotando a la ley y la justicia una vez más. Todo eso se ofrecía en una pequeña revista de fotonovela en blanco y negro de 200 páginas y por solo 150 liras de 1966…


PIOMBO ROVENTE  (Plomo fundido) fue el nombre de esa, su primera historia. En su portada bajo su original y emblemático logotipo se lee claramente “Fotostorie del brivido per adulti” (Fotonovelas escalofriantes para adultos) advirtiendo del contenido no apto para menores y personas sensibles. Desde allí KILLING azota a todo color a una mujer en ropa interior con un látigo. Toda una invitación para meter la mano en el bolsillo, coger esas liras que queman y con cara de desinteresado hacerse con una copia y llevarla a casa discretamente.
Ese primer número tenía en contraportada una foto color a toda página de la bella actriz francesa Milene Demongeot  tomando el sol de espalda sobre un velero…  Además de la historia de KILLING se ofrece un relato “giallo”, un Quiz de temática clue y unas fotos de una jovencísima Raffaella Carrà (irreconocible) que nos insinúa enseñándonos sus inmensas bragas y sujetador acorde a la época.


KILLING conquista el mundo y…

Esa osadía que convirtió a KILLING en un producto, o más bien sub-producto, increíblemente masivo pero a su vez vergonzante fue su carta ganadora.  Sus historias y sus imágenes explicitas no eran acordes con los cánones de decoro de la época. Era un producto, como diría Ian Fleming el creador de James Bond sobre sus libros que "se escribieron para heterosexuales de sangre caliente" pero KILLING fue un paso más allá, era para heterosexuales perversos de sangre muy  caliente que disfrutan con hemoglobina y el sado-maso… Historias, al contrario de Bond, donde el mal y el crimen encarnado en su protagonista SIEMPRE vencen. KILLING no tiene más fin que conseguir sus objetivos a cualquier precio y de cualquier modo sin considerar la condición de sus víctimas ni los métodos empleados para lograrlos: simplemente ellas son un escollo que entorpece su objetivo y punto.


KILLING solo considera a su amada DANA a la que es absolutamente fiel en sentimiento aunque por gajes del oficio deba sucumbir ocasionalmente en un lecho femenino. KILLING exuda poder, arrojo, audacia y frenesí. KILLING transgrede permanentemente y  de allí radica su éxito. Por pocas liras un gris ciudadano podía salir de su triste condición aunque sea solo por un rato…
KILLING fue un éxito de ventas. En los primeros meses alcanzó una tirada de unas de 500.000 copias. Un “fotoromanzo” para adultos que se convirtió en un fenómeno que traspasó la frontera “tricolore” para instalarse en Francia con el nombre de SATANIK, en Turquía como KILINK y en Argentina como KILING.  
La contracara estética del siniestro personaje fue  su inseparable compañera, la bellísima y sensual DANA, interpretada por la actriz Luciana Paoli que dejó una huella imborrable en los sueños eróticos de millones de seguidores de todo el mundo. Luciana “DANA” Paoli fue fija de la serie además de coprotagonista y su figura y presencia fueron  indispensables en el desarrollo de la misma.
Actores y actrices reconocidos pasaron por sus páginas como Renato Baldini, Paul Muller, Rico Boido, Dario Michaelis, Liliana Chiari, Gabriella Giorgelli, Erma Schurer… KILLING reunió una cantidad de talento como nunca se había visto antes en un proyecto tan osado y controvertido.


Pero el éxito fue declinando con la censura y prohibición inicial sufrida sorprendentemente en Francia y luego en Italia. Al poco tiempo de su aparición ya no se trabajaba con la total libertad y el desparpajo de sus inicios. A ese número 1 de KILLING que continuó quincenalmente en los kioscos le siguieron otros 61 hasta que justamente tres años después KILLING terminó para siempre con su perversa carrera criminal. El 29 de marzo de 1969 salió a la venta el último número.

KILLING hoy


KILLING permaneció en la memoria colectiva de sus seguidores y coleccionistas dispersos en Italia, Francia, Turquía, Argentina, Brasil, Colombia…
Poco a poco se transformó en un recuerdo y allí permaneció, en el limbo del mito por décadas hasta que el editor, escritor de comics y productor norteamericano Mort Todd adquirió en 2005 los derechos mundiales del personaje reviviéndolo bajo un nuevo nombre: SADISTIK. The Diabolikal Super-Kriminal.
Gracias a Todd nuevas generaciones tuvieron  acceso a la leyenda. Desde Comicfix, su sello,  ha reeditado parte de la obra original y ha hecho también un excelente trabajo de recopilación incluso de los casi desconocidos comics argentinos de KILLING publicados en los 70.


Luego de cuatro décadas KILLING dio un vuelco dramático en su historia cuando se presentó en el Ravenna Nightmare Film Fest 2007 el documental “THE DIABOLIKAL SUPER KRIMINAL”, escrito y dirigido por SS Sunda y coproducido por la Sinepathic Films de Milán junto a la Comicfix. En él se recorre toda su historia contada por sus protagonistas y donde se desvela por primera vez el secreto mejor guardado, nada más ni nada menos que la identidad de KILLING, el rostro y nombre del actor que lo interpretó exclusivamente entre 1966-69 acabando con todo tipo de especulaciones. Finalmente se supo: ALDO AGLIATA era KILLING.








Agliata, actor de cine y TV alcanzó popularidad paradójicamente interpretando un personaje sin rostro y del que no podía conocerse su nombre, algo muy difícil y que no cualquiera podía asumir en ese ambiente. Con el tiempo se alejó del mundo del espectáculo y se dedicó a asuntos familiares y a su otra pasión, el deporte y el futbol en particular escribiendo y conduciendo un programa para televisiones locales privadas. Hoy vive en Roma y regenta el  elegante William's Club, su club privado.
Aldo, también conocido como “Il Principe”, es realmente todo un caballero de modales exquisitos y gustos refinados que conserva aun una mirada penetrante pero transparente, cristalina, amable y seductora. Agliata se encuentra en plena forma y siempre dispuesto a asumir con orgullo su historia personal de haber sido el hombre que se metió bajo el traje de KILLING.


KILLING siempre

Los que se sorprendieron en los 60 cuando lo conocieron, los que poco más tarde dejaron de ser niños con él leyéndolo a hurtadillas, los que lo descubrieron décadas después de su aparición ya como algo curioso, los que acaban de descubrirlo, en definitiva todos los que aman a KILLING y su legado tienen hoy una difícil tarea por delante pero no imposible: transmitir esa pasión por El Rey del Crimen a las nuevas generaciones.
En tiempos donde la inmediatez, la fragilidad y lo efímero de los productos de la cultura pop actuales  y que se encuentran en las antípodas de lo que fue el fenómeno KILLING no será una tarea nada fácil pero los auténticos "KILLINGNISTAS" tenemos esa obligación con nosotros mismos.
Pero tranquilos, sabemos que contamos un fiel aliado oculto entre las sombras… su calavera y su siniestra sonrisa permanecerán a nuestro lado. Por siempre.