Se cumple este año el centenario del
nacimiento de Mario Bava, un artista total, artesano y realizador. Bava, creador
de género, genio del Giallo y la Fantacienzia, que hizo del cine Made In Italy
de los 60’s y 70’s un producto único, original y atrevido.
Nos dejó unas veinte películas en su
filmografía y no pocas Obras Maestras. Entre ellas su debut cinematográfico y
el film que hoy recordamos: LA MASCHERA DEL DEMONIO.
LA MÁSCARA DEL DEMONIO, conocida
también como BLACK SUNDAY en los Estados Unidos, inaugura un subgénero
fantástico inigualable, el Terror Gótico Italiano. Un film indispensable y
esencial.
Mario Bava, a partir de una idea
original inspirada en un relato de Gogol titulado “El Viyi” (que como el mismo
afirmó solo conservó el nombre de la protagonista), crea un film aterrador como
pocos. La historia gira en torno a dos médicos en viaje por el este de la Europa
del siglo XIX que accidentalmente son responsables de que una bruja llamada
Asa, muerta siglos atrás, vuelva a la vida buscando venganza intentando
apropiarse del cuerpo de una descendiente suya idéntica a ella, la joven y
virginal Katia, para lograr sus malignos propósitos.
En su film plasma los tópicos
románticos del genero tales como el infaltable castillo fantasmagórico, criptas
oscuras y polvorientas, cementerios y tumbas sumergidas en la niebla, lúgubres
bosques poblados de sombras y sonidos escalofriantes, cadáveres resurrectos por
maligna magia negra, turbas de campesinos enfurecidos portando antorchas
sedientos de venganza, crucifijos salvadores y brujas quemadas vivas. Nada de
esto falta en su película pero el acierto y la originalidad reside en que nada sobra,
nada es redundante sino que está colocado en su justa medida a partir de una
necesidad del relato. Bava los dosifica en función de mantener en vilo al
espectador y lo consigue además agregando su sello personal y particular, una exquisita
fotografía deudora del expresionismo como solo él pudo lograrla y enriqueciendo
la historia con elementos y recursos rompedores a nivel del significado.
Su gran acierto, no solo para su film
sino para el género y el cine en general (aunque suene algo exagerado), fue el
descubrimiento de la genial Barbara Steel en el doble rol protagónico. Una
joven actriz británica que atrapó al italiano por su extraña belleza es la responsable
de llevarnos por los senderos más oscuros del film. Interpreta Katia, una dulce
pero misteriosa doncella y a Asa, la maligna bruja muerta que vuelve al mundo
de los vivos clamando venganza. Barbara gracias a este trabajo inigualable se
convirtió en una auténtico mito del cine de terror, un icono inconfundible del
que podemos decir que en “La Máscara Del Demonio” da vida por vez primera a un
personaje femenino de corte satánico como protagonista. Bava la descubre y bajo su dirección consigue sacar lo mejor de
su interpretación; esos grandes ojos inconfundibles, turbadores como los que
más, su gesto, esa fría belleza cautivadora, maligna y sutilmente erótica que
Bava necesitaba, solamente la pudo
conseguir ella.
La otra marca “baviana” que rompe el
estereotipo clásico y lanza su Spaghetti
Gothic es la inclusión de una lujuria velada y no tanto que aparece en
diversos momentos entre los personajes. Ese atrevimiento en el relato que
aflora en una carnalidad sin exceso pero
evidente, que se mezcla con una original “brujería vampírica” podríamos decir,
que posee a Asa en su retorno al mundo de los vivos. Es la representación
autentica y totalmente maligna sintetizada en una mujer. Lo escabroso,
prohibido y oscuro se hace presente en momentos que transmiten sus personajes
envueltos en relaciones necrófilas y hasta
sutilmente incestuosas. Bava jugó magistralmente con los limites y consiguió un
producto vendible, apetecible y gustoso de consumir. Su inhibición no es
censura sino buen gusto.
Completan el reparto actores como el también británico John Richardson en el papel del galante Gorobek, Andrea Checchi como Krubayan, el infortunado médico, Ivo Garrani como Vaja, el padre de Katia, un soberbio Arturo Dominici como Yavutich, el brujo y sirviente resurrecto de Asa.
Una mención a la banda de sonido magnífica a cargo del genial
Roberto Nicolosi que completa los ambientes terroríficos del film y
acertadamente volvería a trabajar muchas veces más con el director sanremes.
“La Máscara
del Demonio”. Un film que con el paso del tiempo se vuelve indispensable para
entender el cine de terror y a Mario Bava como un gigante del séptimo arte.