Un
sueco en los Estados Unidos. Tierra de promesas que allí es posible de
la nada convertirse en una auténtica leyenda. Para una bestia de más de 130 kilos y de
aspecto temible era lógico que se ganase el pan con la lucha libre. Y así fue pero sus padres
nunca asumieron que su “bebé” no se dedicara al ballet. En Hollywood, tierra de
pecado, se rodeó de malas compañías. Un tío convencido de ser un gran director de cine llamado Ed Wood, al que le encantaba
llevar ropa interior femenina sin ser homosexual y otro, un tal Bela Lugosi, una gloria del celuloide en el ocaso de su carrera y de su vida que nunca pudo impedir ser visto por todo el mundo como un
vampiro. Con semejantes colegas la cosa para el sueco no pintaba mucho mejor de lo que era pero el Destino quiso que su voluminoso cuerpo ocupara un lugar en el cine junto a los dos personajes
anteriormente nombrados. Así que Tor Johnson entró para siempre en la galería de
los seres más icónicamente marginales del cine y la cultura popular gracias a Plan 9 From Outher Space. A nosotros solo nos queda por decir que nunca
olvidaremos al Poderoso Tor, un auténtico grande en la galería de infames adorables del cine más audaz.