14 de octubre de 2016

MONGO


El tema del orden en este caso es más que relativo, casi intrascendente. No hace verdaderamente a la cuestión. Qué importa si ha sido el primero o el último en andar las calles suburbanas de su barrio mostrando, sin desparpajo, su punkitud o, si aún sigue por ahí vagando como un anima sin paz… Ahí estuvo, está y estará MONGO, el alma de un Gerli irredento y fatalmente condenado por la belleza de lo trágico.

No recuerdo muy bien cuándo ni cómo lo conocí, algo comprensible si se tienen en cuenta las circunstancias y los tiempos en que ocurrió. Sí que fue durante 1980, 81 u 82 en una Argentina más que dura y enrarecida que pario un puñado de punkitos que dejaron una marca indeleble en el ambiente. Tampoco recuerdo si fue abajo o arriba del escenario, en el sur del Gran Buenos Aires o en una sala del Centro de la Gran ciudad. La cuestión es que él formó parte de ese pelotón de punks, un tanto alejado de ese núcleo más “chic” que también hubo por entonces, punks diferentes, sin el falso glamour del querer parecer sino auténticos portadores de una verdadera suciedad callejera.

Si bien su DNI reza Sergio Spadavecchia, clase 1965, para nosotros siempre fue MONGO, un chico de barrio y de una familia trabajadora del suburbio y que conoció de cerca la marginalidad y el sobrevivir en una jungla de cemento. Autentico, sin posturas artificiosas ni aditamentos, fue parte de esa tribu del Sur en la que militaban Rati, Varicela, El Gordo Manners y Marcelo Pocavida entre otros personajes. Todos formaban parte de ese “Sur Punk”, donde Gerli, Escalada y Lanús era el territorio donde se vivía y se formaba identidad. Curiosamente también yo pasé por ahí, donde me sentía más cómodo que en cualquier otro lugar, donde vivían mis amigos de la calle, donde convivían “El Porve” y el “Granate” junto a Sid Vicious y Los Violadores.

Fue carne de DGI, ESTADO DE SITIO y de ALERTA ROJA, su banda y medio donde expresar esa punkitud de suburbio, de la que fue su voz y su imagen. Pablo, Fernán y Daniel completaron la partida. Mucho corrió y pasó bajo el Puente Gerli… luego, vinieron tiempos personales duros y tumultuosos, caídas, levantadas y vuelta a caer, Luca Prodan y el baño de un bar, y la lucha por la supervivencia al lado de su hermosa madre, Lucía, como siempre y viviendo en la aún hoy en su casa de toda la vida. Mongo sobrevive a un destino que no fue ni es nada fácil, pero que afronta con esa voluntad incombustible. Es un artista de la vida que se atreve sin prejuicios a dar testimonio en forma de una poesía muy suya y personal, plasmando en ella sus pensamientos e intuiciones y dejándolas en un cuaderno donde su filosofía se materializa en tinta y pulpa de papel.

Aquí están sus manuscritos, su mente, alma y corazón por primera vez publicados. Aquí están para todos nosotros, amigos, indiferentes y enemigos.
Desde el Suburbio de la Mente aquí está MONGO, desnudo y en estado puro… Qué más da si fue el primero o el último.
Ni lo uno ni lo otro, simplemente: MONGO.


 EL ROJO AMANECER
¡Qué el rojo amanecer adivine lo que haremos cuando el universo abra sus tremendas manos y nos envuelva hacia el mismo eterno ser!
Dando rubíes y madreperlas a los viejos seres terrestres y en el silencio del infinito quiebre los sueños que traen paz, sueños más dulces que la misma miel
Hoy cuando el cielo está colmado de nubes veo como se abren
Las puertas del Universo y que todo reposa sobre un rojo amanecer, amanecer que algún día tendrá su ocaso.
Mientras tanto esto vaya sucediendo ¡que el rojo amanecer adivine lo que haremos cuando esa luz azul de las estrellas se haya terminado y todo llegue a su fin!
  


COMIENDO SU CARNADA
Máquinas manejadas por hombres chip implantados en el cuerpo
Melancolía de canciones metálicas tapadas con laudes
Marejadas cubriendo ratas por las calles
Muerte y caída de un rey, guerras y garras comiendo su carnada pútrida en el día de hoy
Pibes muertos vivos en la calle y puta desocupación.
Máquinas idiotas de la televisión.


SER
Viví el destino de tu suerte
Conocí el silencio de tu llanto
Ahora ahogo el camino de lo oculto
Entre luces iracundas bajo el efecto del alcohol adueñando otra parte de mi cuerpo.
Disoluta comprensión en este frio despertar caminando por otras tierras, por otros suelos.
Bajo el efecto requerido que se adueña de la otra parte de mi  oscurecer


UNA PLEGARIA
Noche pasada de sueño
Alabada sea esta noche
Que podamos recuperar ese sermón de los tiempos pasados
Que olvidemos el rencor de todos los tiempos
Bajo esa forma de impresión descubrí el silencio de esta música
Donde los antiguos murmullos de lo olvidado vuelva hoy acá
Donde ahora yo me encuentro recordando esos sueños más dulces que la misma miel
Y que podamos olvidar el rencor de todos esos tiempos


OLVIDO
Recuerdos olvidados del ayer
Perdidos en el ocaso del suspiro
Y escapaste volando sobre un poema
Y destrozaste mi corazón
Y las lágrimas se ahogaron en tu recuerdo
Ya he perdido el ayer igual que tú no te acuerdas ya de mí
Viejos recuerdos de deseos en el último abrazo
Mi vida hoy dejó este telón confuso de olvido


TRANSFORMACIÓN
Para aprender a vivir hay que aprender a morir
Todo opuesto es uno, toda alegría da lugar a un fracaso
Todo tiempo vuelve, todo lo que sube baja
Las alegrías de ayer se transforman en llanto, mujer.
Toda noche se encarna en día.
Hasta el más bello recuerdo es mejor olvidarlo
¿Qué es perdida? ¿Qué es ganancia?
Qué es la poesía sino el canto de un músico qué llora
Si digo que mañana es seguro que jamás será


PENSAMIENTOS

Debes callar siempre, justo en ese preciso momento cuando la verdad asoma de tu boca.
Debes callar siempre para que los “humanos” no escapen de vos.
Una vez no callaste y entonces tu mejor amigo te dejó… escapó de ti para siempre, huyó de ti!!!
Debes callar, así los “humanos” te recogen en el seno humano
Pero si amas el destierro no calles más y ve hacia la lejanía…
Solo pensamientos.


SERGIO

MONGO